Capítulo 5 – Bienaventurados los Afligidos – 31

Provecho de los padecimientos para el prójimo

31. Aquellos que aceptan sus padecimientos con resignación, por sumisión a la voluntad de Dios y con miras a su felicidad futura, ¿trabajan sólo para sí mismos? ¿No pueden hacer que sus padecimientos sean provechosos para otros? Esos padecimientos pueden resultar provechosos para otros, tanto material como moralmente. Materialmente, si a través del trabajo, las privaciones y los sacrificios que esas personas se imponen, contribuyen al bienestar material de su prójimo. Moralmente, por el ejemplo que brindan de sumisión a la voluntad de Dios. Ese ejemplo del poder de la fe espírita puede incitar a los desdichados a resignarse, y salvarlos de la desesperación y de sus funestas consecuencias en el porvenir. (San Luis. París, 1860.)