Capítulo 10 – Bienaventurados los que Son Misericordiosos – 19

¿Está permitido reprender al prójimo, observar sus imperfecciones y revelar el mal que comete?

19. Puesto que nadie es perfecto, ¿se sigue de ahí que nadie tiene derecho a reprender al prójimo?Por cierto que no, pues cada uno de vosotros debe trabajar por el progreso de todos y, sobre todo, de aquellos cuya tutela se os ha confiado. No obstante, por esa misma razón, debéis hacerlo con moderación, con un fin útil, y no como se hace la mayor parte de las veces, por el placer de denigrar. En este último caso, la reprobación es una maldad. En el primero, es un deber que la caridad ordena cumplir con todos los miramientos posibles. Más aún, la reprobación que alguien haga a otro debe también dirigirla a sí mismo, procurando averiguar si la merece. (San Luis. París, 1860.)