Capítulo 11 – Amar Al Prójimo Como a Sí Mismo – 3
“El reino de los Cielos es comparable a un rey que quiso arreglar cuentas con sus servidores; y habiendo comenzado a hacerlo, le presentaron uno que le debía diez mil talentos. Pero como no tenía recursos para pagar, su señor mandó que lo vendieran a él, a su mujer y a sus hijos, y a todo lo que tenía, como pago de la deuda. Entonces el servidor se arrojó a sus pies, y le rogaba, diciendo: ‘Señor, ten un poco de paciencia, y te pagaré todo’. Entonces el señor de aquel servidor, movido a compasión, lo dejó ir y le perdonó la deuda. Pero ese servidor, al salir de allí, se encontró con uno de sus compañeros, que le debía cien denarios; lo tomó por la garganta y lo estrangulaba, diciendo: ‘Págame lo que me debes’. Su compañero, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: ‘Ten un poco de paciencia, y te pagaré todo’. Pero el otro no quiso escucharlo, sino que fue e hizo que lo metieran en la cárcel, para que estuviera preso hasta que pagase lo que le debía.”Los otros servidores, sus compañeros, al ver lo que pasaba, sumamente afligidos, fueron a contar a su señor todo lo que había pasado. Entonces el señor mandó llamar a aquel servidor y le dijo: ‘Servidor malo, te había perdonado todo lo que me debías, porque me lo pediste. ¿Acaso no debías tú también compadecerte de tu compañero, como yo me compadecí de ti?’. Y su señor, encolerizado, lo entregó a los verdugos hasta que pagase todo lo que debía. ”Del mismo modo os tratará mi Padre, que está en el Cielo, si no perdonáis desde el fondo de vuestros corazones las faltas que vuestro hermano haya cometido contra vosotros.” (San Mateo, 18:23 a 35.)