Capítulo 13 – No Sepa Tu Mano Izquierda lo que da Tu Mano Derecha – 20

Beneficencia exclusiva

¿Es lícita la beneficencia, cuando se la practica exclusivamente entre personas que comparten la misma opinión, la misma creencia o el mismo partido? No, porque precisamente el espíritu sectario y partidista es el que se debe abolir, puesto que todos los hombres son hermanos. El verdadero cristiano ve solamente hermanos en sus semejantes. Por eso no intenta saber cuál es su creencia o su opinión, sobre lo que fuere, antes de socorrer al necesitado. ¿Obedecería el precepto de Jesucristo, que prescribe amar incluso a los enemigos, alguien que rechazara a un desdichado por el hecho de que profesase una creencia diferente a la suya? Que lo socorra, pues, sin pedir cuentas a su conciencia, porque si es un enemigo de la religión, ese será el medio para hacer que la ame. En cambio, si lo rechaza, hará que la odie. (San Luis, París, 1860.)