Capítulo 15 – Fuera de La Caridad No Hay Salvación – 1

Lo que es necesario para salvarse.

Parábola del buen samaritano

1. “Cuando el Hijo del hombre venga en su majestad, acompañado de todos los ángeles, se sentará en su trono de gloria. Reunidas ante él todas las naciones, él separará los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos, y colocará las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.”Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: ‘Venid, benditos de mi Padre, tomad posesión del reino preparado para vosotros desde el principio del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; no tenía techo, y me hospedasteis; estuve desnudo, y me vestisteis; estuve enfermo, y me visitasteis; estuve en prisión, y fuisteis a verme’.”Entonces los justos le responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer; o con sed, y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos sin techo, y te hospedamos; o sin ropa, y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en prisión, y fuimos a visitarte?’ Y el Rey les responderá: ‘En verdad os digo, que todas las veces que hicisteis eso a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí mismo lo hicisteis’.”Dirá a continuación a los que estén a su izquierda: ‘Apartaos de mí, malditos; id al fuego eterno, que fue preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; no tenía techo, y no me hospedasteis; estuve sin ropa, y no me vestisteis; estuve enfermo y en la cárcel, y no me visitasteis’.”Entonces ellos también responderán: ‘Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, con sed, sin techo o sin ropa, enfermo o en prisión, y no te asistimos?’ Pero Él les responderá: ‘En verdad os digo, que todas las veces que dejasteis de asistir a uno de estos más pequeños, dejasteis de hacerlo para conmigo mismo’.”Y esos irán al suplicio eterno, y los justos a la vida eterna.” (San Mateo, 25:31 a 46.)