Capítulo 24 – No Pongáis la Lámpara Debajo del Celemín – 7
El espiritismo, en la actualidad, arroja luz sobre una cantidad de puntos oscuros. Sin embargo, no proyecta su luz sin un criterio. En sus instrucciones, los Espíritus actúan con una prudencia admirable. Abordan los aspectos ya conocidos de la doctrina de modo gradual y sucesivamente, en tanto que dejan los restantes a fin de que sean revelados a medida que resulte conveniente sacarlos de la oscuridad. Si la hubiesen presentado completa desde un primer momento, sólo habría sido accesible para un reducido número de personas. Incluso habría atemorizado a los que no se encontraran preparados para recibirla, lo que hubiera significado un obstáculo para su propagación. Así pues, si los Espíritus aún no revelan la totalidad de modo ostensible, no es porque en la doctrina haya misterios reservados a unos pocos privilegiados, ni porque ellos pongan la lámpara debajo del celemín, sino porque cada cosa debe llegar en el momento oportuno. Los Espíritus dejan que cada idea disponga del tiempo necesario para madurar y propagarse, antes de presentar otra, de modo que los acontecimientos puedan preparar su aceptación.