Capítulo 27 – Pedid y se os Dará – 4
4. Jesús define claramente las cualidades de la oración. Cuando oréis, dice Él, no os pongáis en evidencia, sino orad en secreto. No aparentéis orar mucho, pues no es por la abundancia de las palabras que seréis atendidos, sino por la sinceridad de ellas. Antes de orar, si tenéis algo contra alguien, perdonadlo, porque la oración no puede ser agradable a Dios si no sale de un corazón purificado de todo sentimiento contrario a la caridad. Orad, por último, con humildad, como el publicano, y no con orgullo, como el fariseo. Analizad vuestros defectos y no vuestras virtudes, y si os comparáis con otros, buscad lo que hay de malo en vosotros.