Para alejar a los Espíritus malos
¡En nombre de Dios Todopoderoso, que los Espíritus malos se alejen de mí, y que los buenos me sirvan de amparo contra ellos! Espíritus malignos, que inspiráis malos pensamientos a los hombres; Espíritus tramposos y mentirosos, que los engañáis; Espíritus burlones, que abusáis de su credulidad, os rechazo con todas las fuerzas de mi alma, y cierro los oídos a vuestras sugestiones. No obstante, imploro para vosotros la misericordia de Dios. Espíritus buenos, que os dignáis asistirme, dadme la fuerza para resistir a la influencia de los Espíritus malos, y la comprensión necesaria para que no sea víctima de sus perversas intenciones. Preservadme del orgullo y de la presunción. Apartad de mi corazón los celos, el odio, la malevolencia, y todo sentimiento contrario a la caridad, porque son otras tantas puertas abiertas al Espíritu del mal.