Para un criminal
Señor, Dios de misericordia, no rechaces a ese criminal que acaba de dejar la Tierra. La justicia de los hombres lo condenó, pero no ha quedado exento de la tuya, si el remordimiento no ha conmovido su corazón. Quítale la venda que le oculta la gravedad de sus faltas. ¡Que con su arrepentimiento encuentre gracia ante ti, y que se alivien los pesares de su alma! ¡Que también nuestras oraciones y la intercesión de los Espíritus buenos le den esperanza y consuelo! ¡Inspírale el deseo de reparar sus malas acciones en una nueva existencia, y dale fuerza para que no desfallezca en medio de las nuevas luchas que habrá de emprender! ¡Señor, ten piedad de él!