Capítulo 12 – Amad a Vuestros Enemigos – 1 a 2

Retribuir el mal con el bien

1. “Habéis oído que se dijo: ‘Amarás a tu prójimo y odiarás a tus enemigos’. Pues yo os digo: Amad a vuestros enemigos; haced el bien a los que os odian, y orad por los que os persiguen y calumnian, para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los Cielos, que hace que salga el sol sobre los malos y los buenos, y que llueva sobre los justos y los injustos. Porque, si sólo amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos? Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis con eso más que los otros? ¿No hacen lo mismo los gentiles? – Os digo que si vuestra justicia no es mayor que la de los escribas y los fariseos, no entraréis en el reino de los Cielos.” (San Mateo, 5:43 a 47 y 20.) 2. “Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Puesto que los pecadores también aman a quienes los aman. Si solamente hacéis el bien a los que os lo hacen a vosotros, ¿qué mérito tenéis? Puesto que los pecadores también hacen lo mismo. Si sólo prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir el mismo favor, ¿qué mérito tenéis? Puesto que también los pecadores se prestan ayuda unos a otros, para recibir otro tanto. Mas, en cuanto a vosotros, amad a vuestros enemigos; haced el bien a todos, y prestad sin esperar nada a cambio. Entonces, vuestra recompensa será muy grande, y seréis hijos del Altísimo, porque Él es bueno aun con los ingratos y los malvados. Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Dios es misericordioso.” (San Lucas, 6:32 a 36.)