Capítulo 19 – La Fe Transporta Montañas – 2
En el sentido adecuado, es cierto que la confianza en sus propias fuerzas hace que el hombre sea capaz de realizar cosas materiales que no logra concretar cuando duda de sí mismo. No obstante, estas palabras de Jesús deben entenderse exclusivamente en el sentido moral. Las montañas que la fe transporta son las dificultades, las resistencias, en síntesis, la mala voluntad que hallamos entre los hombres, aunque se trate de las mejores cosas. Los prejuicios de la rutina, el interés material, el egoísmo, la ceguera del fanatismo y las pasiones orgullosas, son otras tantas montañas que interceptan el camino de los que trabajan a favor del progreso de la humanidad. La fe sólida confiere la perseverancia, la energía y los recursos que permiten vencer los obstáculos, tanto en las pequeñas como en las grandes cosas. La fe vacilante aporta la incertidumbre y la duda, de las que se aprovechan los adversarios a quienes debemos combatir. Este tipo de fe no busca los medios para vencer, porque no cree que pueda hacerlo.