Capítulo 19 – La Fe Transporta Montañas – 8 a 10

Parábola de la higuera estéril

8. Cuando salían de Betania, Él tuvo hambre. Y viendo a lo lejos una higuera, fue a ver si encontraba algo en ella. Pero cuando se aproximó, solamente encontró hojas, porque no era tiempo de higos. Entonces, Jesús dijo a la higuera: “Que nadie coma de ti fruto alguno”. Y lo oyeron sus discípulos. Al día siguiente, vieron que la higuera se había secado hasta la raíz. Pedro recordó lo que Jesús había dicho, y le dijo: “Maestro, mira cómo se ha secado la higuera que maldijiste”. Jesús tomó la palabra y les dijo: “Tened fe en Dios. En verdad os digo que todo el que diga a esta montaña: ‘Sal de ahí y lánzate al mar’, y no dude en su corazón, sino que crea firmemente que todo lo que ha dicho sucederá, en efecto lo obtendrá. (San Marcos, 11:12 a 14 y 20 a 23.) 9. La higuera estéril es el símbolo de las personas que sólo tienen la apariencia del bien, porque en realidad no producen nada bueno. Representa a los oradores que tienen más brillo que solidez. Sus palabras están cubiertas de un barniz superficial, de modo que agradan al oído, pero cuando se las analiza no revelan nada sustancial para los corazones. Después de que las pronunciaron, se pregunta uno qué provecho extrajeron de ellas quienes los escucharon.También es el símbolo de todas las personas que, pese a que disponen de los medios para ser útiles, no lo son. Es el símbolo de todas las utopías, de todos los sistemas inconsistentes, de todas las doctrinas que no poseen una base sólida. La mayoría de las veces, lo que falta es la verdadera fe, la fe productiva, la fe que conmueve las fibras del corazón, en una palabra, la fe que transporta montañas. Aquellos son como árboles cubiertos de follaje, pero carentes de frutos. Por eso Jesús los condena a la esterilidad, porque vendrá el día en que estarán secos hasta la raíz. Esto significa que todos los sistemas, todas las doctrinas que no hayan producido ningún bien para la humanidad, caerán reducidas a la nada; que todos los hombres deliberadamente inútiles, que no hayan puesto en acción los recursos de que eran portadores, serán tratados como la higuera estéril. 10. Los médiums son los intérpretes de los Espíritus. Suplen en estos últimos la falta de los órganos materiales por medio de los cuales nos transmiten sus instrucciones. Por eso están dotados de facultades a tal efecto. En estos momentos de renovación social, los médiums tienen una misión muy especial: son árboles que deben proporcionar el alimento espiritual a sus hermanos. Se multiplican en número para que el alimento sea abundante. Se los encuentra en todas partes, en todos los países, en todas las clases de la sociedad, entre los ricos y entre los pobres, entre los grandes y entre los pequeños, a fin de que no haya desheredados en ningún lugar, y para probar a los hombres que todos son llamados. No obstante, si desvían de su objeto providencial la facultad valiosa que se les ha concedido, si la emplean en cosas fútiles o perjudiciales, si la ponen al servicio de intereses mundanos, si en vez de frutos saludables los dan malsanos, si se niegan a emplearla en bien de los demás, si no extraen de ella ningún provecho para sí mismos, en el sentido de mejorar, son como la higuera estéril. Dios les retirará un don que se volvió inútil en sus manos: el de la semilla que no saben hacer fructificar, y dejará que se conviertan en presa de los malos Espíritus.