Capítulo 20 – Los Obreros de la Última Hora – 1
“El reino de los Cielos es semejante a un padre de familia que salió de madrugada a fin de contratar obreros para su viña. Y habiendo convenido con los obreros en que pagaría a cada uno un denario por día, los envió a su viña. Salió de nuevo hacia la hora tercera del día, y al ver a otros que estaban en la plaza sin hacer nada, les dijo: ‘Id también vosotros a mi viña, y os daré lo que sea razonable’. Y ellos fueron. Salió nuevamente a la hora sexta y a la hora nona del día, e hizo lo mismo. Y al salir una vez más hacia la hora undécima, todavía halló a otros que estaban desocupados, y les dijo: ‘¿Por qué permanecéis aquí el día entero sin trabajar?’ ‘Se debe –le dijeron ellos– a que nadie nos ha contratado’. Él entonces les dijo: ‘Id vosotros también a mi viña’. ”Al caer la tarde, el señor de la viña dijo a quien atendía sus negocios: ‘Llama a los obreros y págales, comenzando por los últimos y siguiendo hasta los primeros’. Vinieron, pues, los que habían llegado a la viña recién a la hora undécima, y recibió cada uno un denario. Luego vinieron los que habían sido contratados en primer lugar, y creyeron que iban a recibir más, pero recibieron solamente un denario cada uno. Y al recibirlo se quejaban ante el padre de familia, diciendo: ‘Estos últimos han trabajado sólo una hora, y les das tanto como a nosotros, que soportamos el peso del día y el calor’.”Pero el señor de la viña respondió a uno de ellos: ‘Amigo, no te hago daño alguno. ¿No conviniste conmigo en recibir un denario por el día? Toma lo que te pertenece y vete. Por mi parte, quiero dar a este último tanto como a ti. ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿Tienes mal ojo, porque yo soy bueno?’”Así, los últimos serán los primeros, y los primeros serán los últimos, porque muchos son los llamados, y pocos los escogidos.” (San Mateo, 20:1 a 16)