Capítulo 22 – No Separéis lo que Dios Ha Unido – 1

Indisolubilidad del matrimonio

Unos fariseos se acercaron a Él para tentarlo, y le dijeron: “¿Es lícito a un hombre repudiar a su mujer, cualquiera sea el motivo?” Él respondió: “¿No habéis leído que Aquel que creó al hombre desde el principio, los creó macho y hembra, y que dijo: ‘Por esta razón, el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne’? De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Por lo tanto, lo que Dios unió, el hombre no lo separe”.Le dijeron: “Pero entonces, ¿por qué ordenó Moisés que el marido dé a su mujer una carta de divorcio, y la repudie?” Jesús respondió: “Fue por causa de la dureza de vuestro corazón que Moisés permitió que repudiéis a vuestras mujeres; pero al principio no fue así. Por eso os digo que aquel que repudia a su mujer, a no ser en caso de adulterio, y se casa con otra, comete adulterio; y el que se casa con la que otro repudió, también comete adulterio”. (San Mateo, 19:3 a 9.)