Capítulo 24 – No Pongáis la Lámpara Debajo del Celemín – 5
Así pues, si bien la Providencia, en su previsora sabiduría, sólo revela las verdades gradualmente, siempre lo hace a medida que la humanidad está madura para recibirlas. La Providencia las mantiene en reserva y no debajo del celemín. En cambio, los hombres que están en posesión de esas verdades, por lo general las ocultan al común de las personas con la intención de dominarlas. Son ellos los que en realidad colocan la luz debajo del celemín. A eso se debe que la mayoría de las religiones tengan sus misterios, cuyo examen prohíben. No obstante, mientras esas religiones van quedando rezagadas, la ciencia y la inteligencia avanzan y rasgan el velo del misterio. El pueblo llegó a la edad adulta y quiere penetrar el fondo de las cosas, de modo que eliminó de su fe lo que se oponía a la observación.No puede haber misterios absolutos, y Jesús está en lo cierto cuando dice que no hay nada secreto que no vaya a ser conocido. Todo lo que está oculto será descubierto algún día; y lo que el hombre aún no puede comprender en la Tierra le será develado sucesivamente en mundos más adelantados, a medida que se purifique. Por ahora, en este mundo, se encuentra en medio de tinieblas.