Capítulo 26 – Dad de Gracia lo que de Gracia Recibisteis – 5 a 6

Mercaderes expulsados del templo

5. Vinieron luego a Jerusalén, y Jesús, entrando en el templo, comenzó a expulsar de allí a los que vendían y compraban; derribó las mesas de los cambistas, y los puestos de los que vendían palomas; y no consentía que nadie transportara utensilio alguno por el templo. Y también los instruía, diciéndoles: “¿No está escrito: ‘Mi casa será denominada casa de oración para todas las naciones’? Sin embargo, vosotros habéis hecho de ella una cueva de ladrones”. Los principales de los sacerdotes, al oír eso, buscaban la forma de matarlo; porque le tenían miedo, pues todo el pueblo estaba maravillado de su doctrina. (San Marcos, 11:15 a 18; San Mateo, 21:12 y 13.) 6. Jesús expulsó a los mercaderes del templo. Condenó de ese modo el tráfico de las cosas santas en cualquier forma que fuere. Dios no vende su bendición ni su perdón, como tampoco vende el ingreso al reino de los Cielos. Por lo tanto, el hombre no tiene derecho a cobrarlos.