Capítulo 9 – Bienaventurados los que Son Mansos y Pacíficos – 5
Pero ¿qué entiende Jesús por estas palabras: “Bienaventurados los que son mansos, porque ellos poseerán la Tierra”, puesto que Él mismo ha recomendado a los hombres que renunciaran a los bienes de este mundo y les ha prometido los del Cielo?Mientras aguarda los bienes del Cielo, el hombre tiene necesidad de los de la Tierra para vivir. Jesús sólo le recomienda que no atribuya a estos últimos más importancia que a los primeros. Con esas palabras, Jesús quiso decir que, hasta ahora, los bienes de la Tierra son monopolizados por los violentos, en perjuicio de los que son mansos y pacíficos, y que a estos les falta muchas veces lo necesario, mientras que los otros tienen lo superfluo. Jesús promete que a los mansos se les hará justicia, así en la Tierra como en el Cielo, porque serán llamados hijos de Dios. Cuando la humanidad se someta a la ley de amor y de caridad, ya no habrá egoísmo; el débil y el pacífico ya no serán explotados ni pisoteados por el fuerte y el violento. Ese será el estado de la Tierra cuando, según la ley del progreso y la promesa de Jesús, se haya transformado en un mundo feliz, en virtud de la expulsión de los malos.